Estudiantes de Medicina de la Universidad de Panamá han expresado su preocupación, debido a que para el próximo examen de certificación básica tendrán que disponer con una serie de facilidades tecnológicas, que para algunos se escapa de su presupuesto.
El 11 de mayo próximo, el consejo interinstitucional concretará la transición de papel a digital; sin embargo, la misma no contempla las adecuaciones de un salón con computadoras.
Ante este escenario, el consejo ha pedido a los futuros médicos que lleven su propia computadora portátil, la cual debe tener una batería con capacidad para cuatro horas, un sistema operativo compatible con la aplicación de la prueba. En caso de no reunir las especificaciones se deben hacer las adaptaciones al equipo.
Además se les exige a los estudiantes contar con conexión inalámbrica a internet, debido a que la capacidad funcional del wifi tal vez no pueda soportar múltiples equipos conectados.
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“No estamos en desacuerdo con la actualización a la modalidad virtual, la molestia es que no se nos comunicó de manera anticipada para poder contar con los nuevos requisitos establecidos”, exponen los estudiantes.
En este sentido agregan que debe ser la universidad la que tenga el equipo necesario para acoger a los estudiantes, sin que tengan que preocuparse por fallas técnicas.
De acuerdo con los afectados, se les informó sobre las exigencias el jueves 11 de abril, dejándoles un margen de 3 semanas para intentar cumplir con los requisitos.
El examen de certificación básica en medicina se realiza en los meses de enero, mayo y agosto. El último, desarrollado a principios de año, se hizo con el viejo método de papel.
La medida ha sido calificada no solo como un error de planificación, sino también como una falta de empatía hacia los estudiantes que ya deben sufragar importantes gastos a lo largo de la carrera.
“No solo están bajo el estrés de pasar una difícil prueba, sino también deben sumar el costo que para muchos de escasos recursos esto representa”, subrayó la activista Lucy Córdoba.